Aventuras en la niebla: vía a Mindo

Hace treinta años, nadie sabía qué era Mindo. Más allá de la Mitad del Mundo, la tierra árida de esta zona se volvía un verde impenetrable hacia el que nadie se aventuraba.

Irónicamente, sobre esta zona se trazó la primera vía desde Quito hacia la Costa del Pacífico, empezada hace varios siglos. Los pocos que la viajaban llegaban hasta la localidad de Puerto Quito, donde uno se podía montar en balsa, continuar río abajo y llegar al mar. Era un viaje de varios días.

La vía original todavía es transitable: una vía de tierra, por supuesto, pero con algunos hitos del ecoturismo de este país que atraen a cientos de visitantes del mundo entero cada año. Por otro lado, la vía principal de asfalto que la reemplazó (continuando hacia el noroeste desde la Mitad del Mundo) también está llena de sitios llamativos.

Angel Paz, toda una estrella del aviturismo, con una tangara en mano (km. 66 vía a Mindo).

Una ruta ecológica y ancestral

La antigua, histórica vía impulsada por Pedro Vicente Maldonado (la primera persona nacida en nuestro territorio en formar parte de la Academia de Ciencias de París y de la Academia Real de Londres) sigue intacta luego de todos estos siglos. A través de una visionaria nomenclatura de “eco-ruta”, la vía protege el camino antiguo y busca fortalecer el turismo ecológico y comunitario.

Cientos de senderos de bosque ofrecen la oportunidad de descubrir la naturaleza única de la zona

Uno de los primeros lugares para conocer es Yanacocha, a las faldas del propio volcán Pichincha, donde se despliega un extenso bosque chaparro que protege al ave de la ciudad, el Zamarrito Pechinegro. En sus bebederos y comederos uno logra ver una gran cantidad de aves endémicas de la zona, incluyendo el asombroso Colibrí Picoespada (¡cuyo pico es más largo que el cuerpo!).

Si continuamos derecho, sin desviarnos hacia Yanacocha, alcanzamos el pintoresco pueblo de Nono, un enclave agrícola en medio de la neblina de su bosque, con varios restaurantes (como El Bife o Yumba Urcu) o estadía en La Querencia o Rumi Lodge para acampada. Uno continúa por este paisajístico camino que bordea el precioso río Alambí hasta el pueblo de Tandayapa. Para amantes de las aves, el Tandayapa Bird Lodge es un referente.

Cuando visitas con conocedores de las aves (y hay que ir temprano) es posible encontrarse con el exótico Gallito de la Peña.

Petroglifos en los ríos cercanos al museo de sitio de Tulipe (10 km de la vía a Pacto-Pachijal)

Sobre la vía

Desde la ecoruta uno siempre puede volver a la carretera principal (Calacalí-Independencia): desde Nono, continuando desde la iglesia por detrás del pueblo; desde Tandayapa (empatando con el km 52 de la carretera) o en su tramo final, sobre el caserío de San Tadeo (haz escala en San Tadeo Birding para un verdadero show de aves), a tan solo un par de minutos del desvío a Mindo.

Si has tomado la vía principal desde la Mitad del Mundo, puedes explorar Yunguilla (un proyecto comunitario con estadía que ofrece caminatas por vías ancestrales en el bosque y productos orgánicos locales) o la reserva de orquídeas El Pahuma (con hermosas cascadas y una exposición al aire libre de orquídeas, aunque no siempre están en flor).

Quizás una de las experiencias más interesantes de toda la ruta la ofrece Angel Paz (Refugio Paz de las Aves), un campesino que se ha convertido en una celebridad para amantes de las aves, pues conoce tan bien a las aves de su bosque que puede llamarlas para que posen en su mano.

Hacia Mashpi

El desvío hacia Tulipe, Gualea y Mashpi nos lleva a una zona hídrica muy importante, que además presenta un tramo altitudinal muy importante para amantes de la naturaleza: esto quiere decir que los ecosistemas van cambiando según la elevación del bosque. Existen interesantes proyectos de conservación, como la Reserva Amagusa y el proyecto comunitario de Mashpi. Y para quienes buscan el non plus ultra de la comodidad en plena selva, vale la pena ofrecerse una estadía en el lujoso Mashpi Lodge, una experiencia hotelera única en medio de una gran reserva y estación científica.

En la vía a Mashpi, a solo 10 minutos de la carretera principal, encontramos también el museo de sitio de Tulipe, uno de los hallazgos precolombinos mejor conservados y curados de la zona. Tulipe nos abre los ojos al antiguo grupo étnico de los Yumbos, cultura de mercaderes que llevaban y traían productos desde la Costa hasta los Andes y que, en este lugar, mantenían piscinas rituales y observatorios astronómicos. Las muchas cascadas y ríos de la región también guardan secretos milenarios, en la forma de petroglifos inscritos en las piedras y cantos rodados de las orillas.

Mindo

Mindo es el lugar eje de la zona para encontrar estadía. En un fértil valle entre los ríos de Nambillo y Mindo, y gracias al turismo ecológico que se ha fomentado en la zona, lo que eran siete casas de palo se han convertido en un dinámico pueblo para visitantes de todo el mundo que desean explorar esta naturaleza verde y llena de vida.

Estadías en lugares como Séptimo Paraíso, Terra Bambú o El Monte ofrecen paz y un contacto único con la naturaleza de la región. Existen muchas actividades, visitas a cascadas (en algunas puedes realizar rapeling) pasando por la trepidante tarabita que cruza el bosque, paseos sobre el río, el bonito mariposario, lugares donde aprender sobre el chocolate y su producción (El Quetzal) y excelentes restaurantes, de los cuales te contaremos abajo.

Una buena oferta de comida y relax en el corazón del pueblito ecológico de Mindo

Qué comer en la zona

Mindo es probablemente el mejor sitio para conseguir algo bueno de comer, no sólo comida internacional (incluyendo comida árabe) pero cocina de autor también. En Cuyana, Mijael Proaño rompe esquemas con su cocina energética y Food Studio ofrece comida eco-agrícola donde cada vez que visitas, te servirán lo que se logró cosechar ese día. La Mecha es el lugar predilecto para las pizzas y comida italiana.

En la ruta, puedes pararte en Los Armadillos para bocados frente a un lindo paisaje de bosque y pasando Mindo, a solo 5 kilómetros del desvío, puedes comprar excelentes quesos en Pueblo Nuevo.

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